ESTEBAN RAMÍREZ MARTÍNEZ
Biografía
Nació el 6 de agosto de 1931 en Torredonjimeno
(Jaén), pueblo en el que estaba aquel año destinado
su padre como maestro interino. Pero es Siles el lugar de Jaén
donde más
arraigados estaban sus recuerdos y sus afectos. Si bien su
vida, como su obra, no estuvo ceñida a fronteras ni
a fáciles convencionalismos, sí hay en toda ella
un reguero de grandes amistades y claros compromisos con las
personas y con los lugares que le dan dimensión a su
esencial geografía humana, fruto de su bondad, inteligencia
y carácter.
Hijo de Aurora Martínez Montañés (Bienservida,
Albacete, 1907 - La Herradura, Jaén, 1998), y de Manuel
Ramírez Padilla (Canena, 1898 - Jaén, 1977).
Su madre, mujer de carácter y de fuertes convicciones
espirituales, ligada a Siles por lazos familiares. Su padre,
maestro de escuela vocacional, alumno en sus años de
bachiller en Baeza de Antonio Machado, que transmite a sus
hijos tanto el afán por saber como la humanidad que
lo caracterizaron siempre, propios del espíritu regeneracionista
y pedagógico de los años treinta.
Esteban da sus primeros pasos en la granadina plaza de Mariana
Pineda, mientras su padre prepara y aprueba las oposiciones
al cuerpo del Magisterio Nacional. Su nuevo destino, Chandreja,
aldea de Parada del Sil, en Orense (Galicia, 1934) va a ser
el escenario de la primera infancia de un niño despierto
que aprende a hablar al mismo tiempo el castellano y el gallego.
Es en ese "verde valle arropado por montes que no llegan
a montañas" como escribiera su padre, -refugio
familiar ante los rigores de la cruel Guerra Civil-, el lugar
quizás donde Esteban se enamora para siempre de los
mundos rurales y serranos. Allí vive, lee, aprende y
juega con aquellos amigos de su primera infancia.
En 1943 su padre consigue la plaza que les
traerá de
regresa a Siles (Jaén), en la Sierra de Segura llegando a ser
Director de la Escuela Graduada. Poco después, influenciado
quizá por
su tío
Juan José Ramírez, párroco y arcipreste
de Siles de marcado carácter, Esteban ingresa como alumno
interno en el Seminario de Jaén a los 12 años.
Durante los períodos vacacionales de su adolescencia
y juventud regresa a Siles, manteniendo una permanente relación
con esta población en las diferentes etapas de su vida.
En 1950 estudia Teología en la Cartuja
de Granada. El 1 de julio de 1956 canta su primera misa en
Siles, y es destinado durante un año a Torres de Alancees,
de cuyo breve paso han quedado afectos y testimonios. En 1957
se marcha a ampliar sus estudios a Madrid en el Instituto Social
León
XIII, y los completa con la licenciatura en Sociología
y Ciencias Políticas. Allí conoce a Fernando
Doucastelli, profesor que marcará su trayectoria intelectual
y con quién realiza investigaciones sociológicas,
tanto de zonas rurales gallegas como de barrios obreros de
Sabadell o de la propia Sierra de Segura.
Son los comienzos de los años sesenta,
la iglesia está sometida
a los aires de cambio que vienen del propio papa, Juan XXIII,
y que se reflejan en el Concilio Vaticano II (1962-65) y en
encíclicas que subrayan el compromiso social del cristianismo.
Félix Romero, obispo de Jaén, de formas medievales
pero de marcada bonhomía, confía en el joven
y brillante Esteban Ramírez para redactar las ponencias
sobre doctrina social de la Iglesia que ha de llevar a Roma.
El le da también su apoyo para impulsar la red de centros
de maestras-auxiliares sociales (CEMAS) en la Sierra de Segura,
experiencia pionera en la formación de mujeres como
agentes de cambio para el desarrollo integral de una comarca
y cuya primera sede fue el Asilo de Siles, pero que también
dio frutos en Santiago de la Espada, Pontones y Orcera.
A mitad de los años sesenta la familia se traslada
a Jaén capital y Esteban es nombrado Delegado Episcopal
de Cáritas Diocesana, da clases en el Seminario y es
capellán de las Carmelitas de Jaén, centro donde
imparte clases de religión. Años
más tarde, el CEMAS abre una nueva sede en la capital,
junto al convento de Santa Clara, como centro de formación
profesional asociado al colegio de las Carmelitas y como internado,
destinado a alumnas con pocos recursos económicos en
un proyecto educativo de solidaridad y autogobierno.
En los años 70, participa en representación
de la diócesis de Jaén en los programas de Cáritas
Nacional que tratan de dar una nueva orientación formativa
y de desarrollo comunitario a sus servicios asistenciales.
Participa en misiones de Cáritas Internacional en El
Salvador, Nicaragua, y en los primeros campamentos de refugiados
saharauis en Argelia (1975), denunciando, en todos los casos,
la situación de injusticia que sufren estos pueblos.
1976, muere Franco, en las publicaciones teológicas
de la época se debate sobre fe, compromiso y marxismo. Él
ha completado sus investigaciones sobre la emigración
en la provincia de Jaén e impulsa la coordinación
de Cáritas Andalucía. Colabora con los movimientos
cristianos de Comunidades de Base, y su papel intelectual,
conciliador y comprometido fue un referente en la transición
democrática jiennense, siendo propuesto como senador
en las primeras elecciones democráticas por un amplio
espectro de fuerzas progresistas. Opción a la que renuncia
porque el obispado le obligaba a dejar su tarea en Cáritas.
Sin embargo, meses más tarde, haciéndose eco
de insidias inciertas, el obispo Miguel Peinado lo destituía
como Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana, truncando
sus trabajos intelectuales y sociales. En ese año muere
su padre.
A la espera de ser destinado a una nueva parroquia
trabaja en un supermercado en Jaén y en 1980 es llamado
para presidir la Fundación Paco Natera de Córdoba,
cuyo objetivo esencial era el desarrollo de Andalucía.
En ella impulsa movimientos cooperativos y publicaciones educativas
y culturales que abrieron caminos en nuestra comunidad. Convencido
del papel que pueden tener los medios de comunicación
en el progreso de los pueblos, colabora -como accionista- en
la creación de un nuevo diario, "La Voz de Córdoba" que
posteriormente se disolvería al adquirir su grupo el
diario "Córdoba" que, como otros, pertenecía
antes a la prensa del Movimiento Nacional franquista. Llega
a ser en 1987 presidente del Consejo de Administración
del "Córdoba".
Su regreso a Jaén se ve ligado también a la adquisición
de acciones del diario "Jaén", del que es
nombrado su presidente en 1988.
En 1990 da un impulso definitivo a este diario,
marcándose
como objetivo su compromiso con la sociedad jiennense, defendiendo
los valores éticos y democráticos de la sociedad
civil como protagonista de su propio destino. Principios que
se reflejan, entre otras acciones, en la creación de
los premios "Jiennenses del Año", en la publicación
de esta obra "Jaén: pueblos y ciudades" y
en la prolongada protesta contra la Reforma de la OCM (1997).
Impulsó también el grupo de emisoras de radio
Multimedia Jiennense, la última etapa del Semanario
La Loma, y el proyecto de Parque Temático de la Naturaleza.
Participó en
otros proyectos de comunicación (en Almería,
Córdoba, Sevilla) con el afán de lograr un grupo
de medios comprometidos con las clases populares de Andalucía.
Humanista innovador, adelantado a su tiempo. Hombre creyente
de pensamiento libre y solidario que vivió intensamente
su compromiso hasta granjearse la admiración y el respeto,
pero también la enemistad de ciertos poderes fácticos.
Hombre sensible que se vio profundamente afectado por el fallecimiento
de su madre, acaecida meses antes de su propia e inesperada
muerte, en Jaén, el 11 de febrero de 1997, a los 67
años de edad, en plena lucidez y actividad. Suceso que
dejó consternados a sus numerosos amigos y colaboradores,
aquellos que lo conocieron de cerca durante sus diversas etapas
y a quienes nos dejó el legado permanente de su compromiso
con las gentes de esta tierra.
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